13 Nov
13Nov


La técnica de los seis sombreros para pensar de Edward de Bono busca representar seis direcciones de pensamiento contenidas en seis sombreros imaginarios. Cuando aparece un problema o intentamos tomar una decisión, cada sombrero nos ofrecerá una premisa, una visión, un encuadre concreto. Una vez los hayamos usado todos de forma proactiva, nos sentiremos más capacitados para tomar una decisión.

Sombrero azul.

El color azul lo abarca todo, siempre está presente y domina cada rincón. A su vez, transmite tranquilidad, equilibrio y también autocontrol. Así, dentro de la técnica de los 6 sombreros para pensar, este es el que tiene el control sobre todo el proceso y de ahí que en esta dinámica se use dos veces: al principio y al final.

Al principio para decidir qué sombreros vamos a ponernos, qué orden debemos seguir y al final para tomar una decisión.

El sombrero azul representa por tanto el pensamiento estructurado, el que se centra y nos guía en cada paso, señalando alternativas, proponiendo nuevas estrategias y manteniendo el control en cada secuencia para que no nos vayamos por las ramas o nos quedemos estancados.



Moderador.Moderador.

El sombrero blanco.

Este sombrero nos enseñará a ver las cosas desde un punto de vista objetivo, neutro y vacío de sesgos. El estilo de pensamiento que aplicaremos se basará en el análisis de los datos, en el contraste de la información proporcionada sin emitir juicios de valor.

-El sombrero blanco busca hechos concretos.

-No interpreta ni da opiniones.

Hechos y Datos.

Sombrero negro.

El sombrero negro representa lo lógico-negativo y nos enseña a comprender por qué ciertas cosas pueden salir mal, no funcionar o no acontecer de la forma que nosotros pensamos.

La técnica de los seis sombreros nos ayuda también a ser críticos y a ver la parte negativa de las cosas para ser más realistas.

En ocasiones, es necesario ser conscientes de los hechos adversos o complejos, esos muros sin salida que hay que aceptar para hallar salidas más válidas.

Asimismo, este tipo de pensamiento se nutre también de nuestra experiencia pasada, esa que nos recuerda los errores del ayer, esa que nos dice que es mejor intentar cosas nuevas antes de caer de nuevo en las mismas trampas.

“Lo importante de una bicicleta -o del pensamiento creativo- es moverse; el freno -o el pensamiento negativo- es sólo un mecanismo de seguridad”

-Edward de Bono-

Peligros, dificultades y riesgos.

Sombrero verde.

El sombrero verde exige originalidad, creatividad, cruzar fronteras, hacer posible lo imposible.

Es en este sombrero donde se contiene el pensamiento lateral, ese que nos invita a ser provocativos y no tan conservadores, a usar el movimiento novedoso antes que el juicio restrictivo.

Este tipo de pensamiento nos recuerda a su vez que no es bueno sentirse satisfecho rápidamente, que hay que encontrar más rutas, más alternativas, generar más propuestas.

Creatividad.
Alternativas y propuestas.

Sombrero rojo.

El sombrero rojo es pasional, es emotivo y siente la vida desde el corazón y el universo emocional.

Mientras que el sombrero blanco nos permitía hacer uso de la lógica más neutra, cuidada y objetiva, el rojo nos lanzará al vacío para abrazarnos a ese mundo habitado por las subjetividades más palpitantes a la vez que libres.

En este caso, y al ponernos este sombrero, tendremos la oportunidad de decir en voz alta qué nos apasiona, qué nos inquieta o que dice nuestra intuición al respecto de la información que tenemos. Asimismo, también nos permitirá entender las emociones de los demás, las necesidades ajenas.

Emociones y sentimientos.

Sombrero amarillo.

Mientras el sombrero negro nos ofrecía ese enfoque lógico-negativo tan útil para ser más realistas en nuestro día a día, el sombrero amarillo nos enseña a aplicar un enfoque de pensamiento lógico-positivo.

Podremos ver posibilidades donde otros ven puertas cerradas.

Desarrollaremos un enfoque constructivo y optimista.

Ahora bien, esa positividad, esa apertura, estará caracterizada en todo momento por la lógica. En caso de no mantener esta línea y dejarnos llevar por la fantasía o esa pasión a veces irracional, estaremos usando el sombrero rojo y no el amarillo.

Lógica positiva.


Para concluir, la técnica de los seis sombreros para pensar de Edward de Bono sigue siendo una buena estrategia para mejorar la calidad de nuestra toma de decisiones. Gracias a ella aplicamos los estilos de pensamiento necesarios para valorar los problemas o los hechos que nos rodean desde todas las perspectivas y enfoques posibles. Las repuestas que emitamos después no solo serán más acertadas, sino que también serán mucho más creativas y originales.

 

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